Desasosegado con el acontecer y con los recuerdos. No es algo nuevo, ni creo que sea consecuencia de la edad, aún cuando esto último seguro que tiene algo que ver. Viene a cuento del premio de la Orden de las Artes y las Letras de España, que ayer le entregó la preciosa ministra Ángeles González-Sinde, a la no menos atractiva cantante Joan Baez.
Se avivan los recuerdos de amistad, solidaridad y avanzado humanismo que sentí al susurrar las canciones de Joan Baez junto a varios de los grupos de amigos con que tuve la oportunidad de compartir momentos de intimidad de mi juventud, sobre todo con los más próximos.
Nuestro conocimiento de inglés era nulo, mas bien ninguno, pero entonábamos con entusiástico ritual y devoción los susurros de la Balada de Sacco y Vanzetti, de Here’s to you, Where are you now my son?, y tantas otras canciones pegadizas como himnos, de las que de sobra conocíamos su contenido, pero que únicamente podíamos susurrar, porque el minoritario e inaccesible inglés nos impedía ni tan siquiera su pronunciación de manera aproximada, y obviamente quien se atreviera con ello, aparte de ser más que posible blanco de burlas, bromas y sarcasmos, seguramente no alcanzaría a comprender el significado de cada estrofa.
El turbio recuerdo que me desasosiega es el canto colectivo de la canción El preso número nueve, tanto chicos como chicas lo entonábamos y cantábamos con ánimo e ilusión de canción protesta y, de corrido nos sabíamos su letra, enfatizando los versos más machistas e incitadores a la violencia de género (los maté si señor y si vuelvo a nacer, yo los vuelvo a matar…/ al mirar a su amor en brazos de su rival ardió en el pecho el rencor y no se pudo aguantar…) de la canción y, que su solo enunciado hoy merece repulsa y algo más que censura en cualquier foro civilizado.
Y por muy civilizados y progres nos teníamos en aquel entonces, y mas de uno o una de los que aquello cantábamos con arrojo, eran, han sido y son activos luchadores contra la violencia de género y valedores de la igualdad de mujeres y hombres.
No encuentro alegato exculpatorio, es la leche que he mamado, en la que unas veces con razón y otras sin ella, tantas veces me he cagado.
Joan Baez - El Preso Numero Nueve -
Al preso número nueve ya lo van a confesar
está rezando en la celda con el cura del penal
porque antes de este amanecer la vida le han de quitar
porque mató a su mujer y a un amigo desleal
Dice así al confesar
Los maté si señor
y si vuelvo a nacer
yo los vuelvo a matar
Padre no me arrepiento
ni me da miedo la eternidad
yo sé que allá en el cielo
el ser supremo nos juzgará
voy a seguir sus pasos
voy a buscarlos al más allá.
ay. yayayayayyyyy
El preso número nueve era un hombre muy cabal
iba la noche del duelo muy contento a su jacal
pero al mirar a su amor en brazos de su rival
ardió en el pecho el rencor y no se pudo aguantar
al sonar el clarín se formó el pelotón
y rumbo al paredón se oyó al preso decir...
Padre no me arrepiento ni me da miedo la eternidad
yo se que allá en el cielo el Ser Supremo nos juzgará
voy a seguir sus pasos voy a buscarlos al más allá.
ay. yayayayayyyyy